Sunday, March 14, 2010

Thank you, Facebook

(En español más abajo)
 
Canada
I have always had my reservations about those programs that allow you to build social networks in the virtual world, whether they are Facebook, Sónico, MSN or even ICQ. My problems are not with what these programs and websites allow you to do, but with what users do with them. That’s how I see 13, 14 year old kids publishing personal data or pictures that are totally inappropriate, or somebody I know –and who is still a minor- publish pictures in which you can see her totally drunk or smoking weed... Where are her parents, you ask yourself, but you know it’s hard to keep your kids under control 24/7.

I once defined Facebook as a website that makes easy for you to stalk your kids without them feeling stalked (because even if they don’t ‘friend’ you, you can still see their wall) and that also gives you the opportunity to reconnect with people you haven’t seen in 20 years or more, only to immediately find out why you had stopped seeing them! :-)

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Pre-historic picture: from left to right, Andrés, Yanina, me and my brother Guillermo
Foto pre-histórica: de izq a der, Andrés, Yanina, yo y mi hermano Guillermo

But this past month I have discovered a side of Facebook that has made my life better. It all started, like I said before, with that post that I wrote to tell about my 25 years of friendship with a group of people I love a lot even today. I replicated that note on FB and ‘tagged’ those friends I was talking about, with great success: over 150 comments, many memories and anecdotes and a few pictures. But that was just the beginning.

My friend Laura had also been trying to reconnect with this group of friends from which I had 'emigrated’ during that wonderful summer of ‘85, and to which I had come back just one or two years later, along with a lot of new friends. A few of those ‘founding members’ got back together this past summer in Necochea, and I have no doubts that they had a great time, because you can see it… thanks to the pictures they posted on Facebook. The fact that their kids were also present during this big get together made everything even more beautiful. Those who are far away were looking at the pictures with a mix of healthy envy and nostalgia, thinking ‘Boy, how I wish I could’ve been there’…

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The reunion, in NecocheaLa reunión, en Necochea

The day I posted the story about that weekend in the farm, this group of friends were all over it. Again, we got lots of comments and anecdotes; I would spend the day waiting for new comments notifications and I could barely hold the laughter when reading them. Another friend suggested we put all the pictures together somewhere, so it would be easier to see them all and comment, and that’s how the idea of creating a Facebook group –a closed one- originated.

What followed was incredible. We got tons of pictures, new stories, we even re-created the ‘fights’ from back then. Me and Laura could not believe what we were seeing, and we couldn’t get away from the computer. My ‘partner’ then had another brilliant idea: she created a discussion thread so we would all tell the rest about our lives now; soon everybody started to read about how our paths continued after those wonderful years.

More pictures are coming, and I thank them from the bottom of my heart, because they take me to treasured moments from my adolescence, memories that I thought were gone after these 25, 30 years. There are new topics of conversation, we remember people who are no longer with us, there are other people we have just contacted again, and there’s even a big reunion in the works. The most incredible thing is that everything indicates that there’s a lot more coming. I just can hardly wait!

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That thing that much hair looking at the camera, well, that’s me…
Esa cosa ahí con todos esos pelos que mira a la cámara, bueno, ése soy yo…
 

With this big nostalgic wave upon us, I asked myself if I would like to go back to those days. I thought I did at first, but it’s not true; I love my life today, I have a great family. That’s my life today and I wouldn’t change it for the world. But all these beautiful memories are making my life even richer.

I hope I will get to go back and hug this people I love one day, they were (and are ) very important to me. It will happen. In the meantime, I am still stuck to my computer screen waiting for new pictures to open new doors to my memory and my heart; these pictures will once again make me say something I never thought I would say:

Thanks, Facebook. I knew I would find any use for you one day, among so many virtual farmers, pictures of the day and allegiances to so many stupid causes and incredibly stupid groups.

 
 

PS: This post was written while flying back from Brazil. On Sunday night, I had another happy moment: the protagonist of my ’Not my hair!’ story (whom I called ‘Silvia’ though her name is Nefer) read my post and was very happy. How did this happen? Simple, we met again not long ago… on Facebook. 

 
ArgentinaSiempre he tenido mis reparos ante los programas que permiten crear redes sociales en el mundo virtual, llámense Facebook, Sónico, MSN o hasta ICQ. Mi problema no es con lo que estos programas permitan hacer, sino con lo que los usuarios hagan con ellos. Así es que veo criaturas de 13, 14 años publicando sus datos personales o fotos completamente impropias, o alguien que conozco –y que es aún menor de edad- publicar fotos que la muestran completamente borracha o fumándose un porrito... Dónde estarán los padres, se pregunta uno, pero se sabe que es difícil controlar a los hijos las 24 horas del día.

En líneas generales, yo una vez describí Facebook como un programa que hace fácil vigilar a tus hijos sin que se sientan perseguidos (porque aunque no sean tus 'amigos virtuales' por lo general se puede ver el 'wall') y que también te permite reencontrarte con gente con la que no te habías tratado desde hace 20 años, para enseguida darte cuenta de por qué habías dejado de tratarte! :-)

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I’m the one standingYo soy el que está parado

Pero en el último mes he descubierto un lado de Facebook que me ha reconciliado con la vida. Todo empezó, como ya conté, con ese post que escribí por los 25 años de amistad que llevamos con un grupo de gente al que quiero mucho. Repliqué esa nota en FB y les hice 'tag' a todos aquellos a quienes me refería, con un éxito rotundo: más de 150 comentarios, innumerables recuerdos y anécdotas y algunas fotos. Pero eso era sólo el prólogo.

Mi amiga Laura también llevaba un tiempo tratando de reunir a aquél grupo de amigos del que yo había 'emigrado' en ese maravilloso verano del '85 y al que había retornado sólo uno o dos años después, ya acompañado de mucha gente nueva. Unos cuantos de los 'socios fundadores' se reunieron este verano en Necochea y no tengo dudas de que la pasaron genial, porque se ve... en las fotos que subieron a Facebook. El hecho de que sus hijos se hayan sumado a esta reunión hizo todo aún más bello. Aquellos que estamos lejos mirábamos con una mezcla de sana envidia y nostalgia, pensando 'cómo quisiéramos estar allí'.

imageThe reunion, with some of the kidsEl reencuentro, con algunos de los hijos 

El día que posteé la historia sobre el fin de semana en el campo, este grupo de amigos se revolucionó. Nuevamente llovieron los comentarios y las anécdotas; me pasaba el día esperando notificaciones de comentarios nuevos y apenas si podía controlar las risotadas al leerlos. Otra amiga sugirió que pusiéramos todas las fotos que seguían apareciendo en un lugar donde pudieran ser vistas todas juntas y así surgió la idea de armar un grupo -cerrado- en Facebook.

Lo que siguió fue increíble. Llovieron las fotos, las anécdotas, las historias y las 'peleas' de antaño. Con Laura no dábamos crédito a lo que veíamos, y no podíamos despegarnos de la computadora. Pronto vino otra brillante idea de mi 'socia': un foro para contar qué es de nuestras vidas ahora; de a poco nos vamos enterando de cómo siguieron nuestros caminos luego de esos maravillosos años.

Las fotos siguen 'lloviendo' y yo las agradezco con el corazón, porque me están llevando a recuerdos imborrables de mi adolescencia, que ya tenía dormidos, con todo lo que me pasó en estos 25, 30 años. Hay nuevos temas de conversación, recordamos gente que ya no está con mucho amor, hemos encontrado más gente y hasta hablan de una gran reunión que se está planeando. Lo más increíble es que todo indica que hay mucho más por venir. No puedo esperar!

viejis002
Top row, right in the middle, with white shorts and no shirt. Yes, I know. Young and skinny…
Fila de arriba, al medio, con shorts blanco y sin remera. Sí, ya sé, joven y bien flaco…
 

Con tanta nostalgia encima, me pregunté si me gustaría volver a esos días. Al principio pensé que sí, pero no es cierto; amo mi vida actual, tengo una familia hermosa, ésa es mi vida hoy y no la cambio por nada en el mundo. Eso sí, todos estos recuerdos hermosos han hecho mi vida aún más rica.

Espero algún día poder volver y abrazarme con toda esta gente tan querida y que fue (y es) tan importante para mí. Ya va a ocurrir. Mientras tanto, sigo pegado al monitor esperando nuevas fotos que abran nuevas puertas en mi memoria y mi corazón y me hagan decir algo que jamás pensé que fuera a decir:

Gracias, Facebook. Sabía que algún día te iba a encontrar alguna utilidad, entre tantos granjeros virtuales, fotos del día y adhesiones a causas y grupos increíblemente estúpidos.

 

PD: Este post fue escrito en el avión, mientras volvía de Brasil. En la noche del domingo, tuve otra alegría: la protagonista de mi historia del sábado (a quien yo llamé ‘Silvia’ pero es Nefer) leyó mi post y se quedó encantada. Cómo ocurrió esto? Simple, no hace mucho nos reencontramos… en Facebook.

 

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