Now that the 2012 Summer soccer season is virtually over, it's for the 2013 tryouts. That means that Santi and I got a whooping 10 days off in between... While he's returning to play for a final season next spring, I will not. It's kind of hard to hang my shoes after so many years, but it was about time.
I asked all of the kids who was planning on coming out for the tryouts, and Santi of course said he was. Then I asked Carolina and Juan, but both said now (a little more surprised about Caro, but I was expecting Juan not to try out because he's very busy with other projects). But the surprise came from Florencia, who was totally determined to go out there and try to make one of the three competitive teams. It was very interesting, because she hadn't played soccer for almost two years, between her trip to Argentina and the fact that I couldn't register them last season, but she said she wanted to do it, so we took her there, intrigued and amused at the same time.
She took this VERY seriously, I can tell you that. Gaby and I went out for a walk, even though leaving Florencia 'alone' was breaking her mom's heart. We were just walking around so we continued to keep an eye on our little one and see how she was doing (not bad at all, actually). It soon started to rain, and it was cold, so I took Gaby back home and returned to watch the rest of Flor's practice.
She was beaming, so happy she was about being out there playing with some girls. They soon broke out into a scrimmage game, and there she was, running, asking for the ball, trying to make passes, taking care of the throws, she was trying to do everything. It suddenly reminded me of what it had been watching Santi when he was this age, and soon I was as happy as my soccer star out there. Never mind the rain, and the cold weather, she kept running and kicking as if nothing happened. Her team scored, and she went to hug the girl who had put the ball in the net. She even took time to take care of another girl who had fallen hard and was crying.
When practice was over and she came back, I asked her if the girl she had hugged was her friend. "No", she replied, "I don't even know her". Typical Florencia.
At home, it was all about how well she had done at the soccer field. She said she was very happy because the coaches hadn't said anything to her. "They only talk to you when you're really good or really bad", she explained, and I realized she was happy because in her mind that meant she was just 'one of the girls'. We had asked one of the coaches if he thought I should sign her up for the Skills Development Programme and he recommended I did so. Oh, boy, you should have seen Flor's face!
She had another practice last Saturday evening and it rained even harder. Still, Gaby told me that it was exactly the same for her. She's just happy out on the field, kicking a ball around.
Like her brother, which she admires in spite of the fact that they just cannot get along. :-)
Le pregunté a los chicos quién pensaba ir a los 'tryouts', y Santi por supuesto dijo que él sí. Luego les pregunté a Carolina y Juan, pero ambos dijeron que no (me sorprendió un poco Carolina, pero no Juan porque él está ocupado con otros proyectos). La sorpresa vino del lado de Florencia, que estaba totalmente decidida a ir a la cancha a tratar de entrar en uno de los tres equipos competitivos en su edad. Era muy interesante, porque ella no ha jugado al fútbol en casi dos años, entre su viaje a Argentina y el hecho de que yo no los pude anotar este verano que pasó, pero ella dijo que quería ir, así que la llevamos, intrigados y divertidos al mismo tiempo.
Se tomó las cosas MUY en serio, ya les puedo decir eso. Gaby y yo salimos a caminar, a pesar de que la madre sufría por dejar a Florencia 'solita'. Caminamos por los alrededores, así que podíamos seguir echándole un ojo para ver cómo andaba (nada mal, por lo visto). Pronto se largó a llover, y hacía frío, así que la llevé a Gaby a casa y volví para ver el resto de la práctica de Flor.
Ella estaba radiante, tan feliz de estar ahí jugando con otras nenas. Pronto organizaron un 'picado', y allí estaba, corriendo, pidiendo la pelota, tratando de hacer pases, haciendo los laterales, ella quería hacer todo. Me hizo acordar de cuando lo miraba a Santi a esa edad, y pronto yo me sentía tan feliz como mi estrella futbolística ahí en la cancha. No importaba la lluvia o el frió, ella siguió corriendo y pateando como si nada. Su equipo anotó un gol y ella se fue a abrazar a la chiquita que había pateado la pelota. Hasta se tomó el tiempo de atender a otra nena que se había caído y lloraba.
Cuando terminó la práctica y vino hacia mí, hecha sopa, le pregunté si la nena que había abrazado era su amiga. "No", replicó, "ni la conozco". Típico de Florencia.
En casa, monopolizó la cena con sus comentarios sobre cómo le había ido. Decía que estaba muy contenta porque los coaches no le habían dicho nada. "Ellos te hablan sólo si sos muy buena o si sos muy mala", explicó, y ahí yo caí en la cuenta de que estaba contenta porque en su mente eso significaba que ella era 'una más'. Yo había preguntado a uno de los coaches si pensaba que tendría que anotarla en un programa de Desarrollo de jugadores y me recomendó que lo hiciera. Uh, habría que haberle visto la carita a mi Flor!
Tuvo otra práctica este fin de semana pasado y llovió muchísimo más que en la primera. Gaby me dijo que fue exactamente lo mismo para ella. Flor es feliz en la cancha, correteando detrás de una pelota.
Es como su hermano, a quien admira aunque a veces se hace evidente que no pueden estar en la misma habitación. :-)
RIght in the middle, with the Argentine jersey – Bien en el medio, con la camiseta argentina
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