Friday, February 12, 2010

Embarrassing moments – #14

(En español más abajo) 
 

Embarrassing moments
 
CanadaI don't even remember how I met this lady, though I think it was through one of my mother's friends. She was Belgian, and she was visiting some relatives in Buenos Aires (or maybe studying, it was so long ago!), so my Mom told me "Why don't you invite her to go out? You can even show her around, go to San Telmo (Bs As' tourist area), etc".

I said I would, but I never made a conscious effort to make it happen, so my mother took matters into her own hands...

It was a Sunday afternoon; me and my brother had just gotten in bed (at noon!) to watch Germany vs Nederland for the Italy '90 World Cup, when my Mom came to tell me I was supposed to pick this girl up in 30 minutes. WHAT??!! The game was about to begin!!! I had no other choice than to oblige, and though I would never said her company wasn't enjoyable, the truth is that I would walk around looking for any stores with a TV so I could check how the game was going...

She returned the favour by inviting me to a formal dinner. Not having been to one before, I dressed up for the occasion, but tried not to exaggerate. I thought that would be enough, of course, but I wouldn't find out that I was wrong until it was too late...

I showed up unusually late for me (not more than 15 minutes, but still late for my standards). Big mistake. Everybody was already there, and the moment I took off my coat, the host said "Shall we go to the dining room?". There were all waiting for me!! To make things worse, I realized that my idea of ‘formal attire’ was far more relaxed than what everybody else in the room thought.

We sat at the table, and the menu was announced. Soup of the day: Onion soup. I don't think there's anything I like less than onions; it's a family thing, as it was pretty much the only thing my father wouldn't eat. But... imagine how it would look if I said “no, thanks” right after having showed up late. "It will be an onion-flavoured soup", I thought, "I can deal with that". Second big mistake. The 'soup' consisted of a giant onion partially submerged on a sea of broth. I had to eat the whole thing, desperately trying to hide the fact that I was gagging the whole time. My purple face and my tears might have made some people wonder, though.

The main course wasn't any better, unfortunately, as they served a dish based on lamb kidneys. Blergh. I don't remember how I managed to push those down, but I assume there was a lot of bread and water involved...

I was actually feeling sick by the time we finished eating, so I was very relieved when it was announced that we would have some chocolate mousse for dessert. There was no way they would screw that one up!!! When asked if I wanted cream with it, I replied "Yes, please, lots!" Hoping that the combined flavours of chocolate and whipped cream would take care of the 'horrible' stuff that I had felt forced to eat before.

Third big mistake. It wasn't whipped cream, it was... some kind of sour cream! I had just ruined the only thing that I was going to like from that dinner. Again, I pushed it down the best way I could. I don't remember how long I stayed after dinner, but I do recall going to the washroom a few times...

I felt so embarrassed afterwards that I think I never called that very nice Belgian lady again.

imageIt’s not exactly a soup, but you get the ideaNo es exactamente una sopa, pero se entiende la idea
Picture from “La cocina ideal
 
 
Argentina
No recuerdo bien cómo fue que conocí a esta señorita, pero creo que fue a través de una amiga de mi madre. Ella era belga, y estaba visitando parientes en Buenos Aires (o tal vez estudiando, fue hace 20 años!), así que mi madre me dijo "Por qué no la invitás a salir? Podés llevarla a conocer la ciudad, ir a San Telmo (el barrio donde van todos los turistas), etc…”

Dije que sí, pero nunca hice un esfuerzo considerable para comunicarme con esta chica, así que mi madre se ocupó del tema personalmente.

Era un domingo por la tarde; mi hermano y yo nos habíamos metido en la cama (casi al mediodía!!) a mirar el partido de Alemania vs Holanda por la Copa del Mundo 1990 en Italia, cuando mi madre me vino a decir que tenía que pasar a buscar a esta chica en 30 minutos. QUE??!! El partido estaba por comenzar!!! No tuve más remedio que ir, y si bien jamás podría decir que no disfruté de su compañía, la verdad es que me la pasé caminando por ahí buscando negocios que tuvieran una TV para poder ver cómo iba el partido…

Muy educada, ella me devolvió la atención invitándome a una cena formal. Yo nunca había ido a una antes, así que me vestí bien para la ocasión, pero sin exagerar. Pensé que estaba bien, por supuesto, pero no me daría cuenta de mi error hasta que fue demasiado tarde…

Llegué inusualmente tarde para mí (no más de 15 minutes, pero igual muy tarde para mis standards). Grave error. Ya todos habían llegado, y ni bien me quité y colgué el saco, la anfitriona dijo "Pasamos al comedor?". Me habían estado esperando a mi!!! Para peor, pronto me di cuenta de que mi idea de ‘cena formal’ en cuanto a la vestimenta difería en mucho con lo que el resto de la concurrencia pensaba…

Nos sentamos a la mesa (y a mí me tocó la cabecera) y anunciaron el menú. El primer plato era una sopa… de cebollas. No creo que haya algo que odie más que las cebollas; es más, es un asunto de familia, porque era lo único que mi padre no comía. Pero… imaginen como quedaría yo si dijera “No, gracias” justo luego de haber llegado tarde. "Bueno, en todo caso debe ser una sopa con gusto a cebolla", pensé, "Me las puedo arreglar bien". Segundo grave error. La ‘sopa’ consistía en una cebolla enorme (y entera) parcialmente sumergida en un océano de caldo. Me tuve que tragar eso, tratando desesperadamente de ocultar el hecho de que estaba haciendo arcadas todo el tiempo. Claro que mi cara de color rojo oscuro y mis lágrimas deben haber hecho sospechar a más de uno.

El plato principal no resultó nada mejor, desafortunadamente, porque sirvieron una comida basada en riñones de cordero. Puaj. No recuerdo cómo hice para empujar eso para adentro, pero calculo que comí un montón de pan y tomé mucha agua…

Ya me estaba sintiendo mal para cuando terminamos de comer, así que me puse muy contento cuando se anunció que de postre teníamos mousse de chocolate. No había forma de que arruinaran eso! Me preguntaron si lo quería con crema y respondí "Sí, por favor, mucha!", esperando que los sabores combinados del chocolate y la crema Chantilly neutralizarían el gusto de las ‘terribles’ cosas que había tenido que deglutir inmediatamente antes.

Tercer gran error. No era crema Chantilly, sino… una crema amarga! Acababa de arruinar la única cosa que me iba a gustar de esa cena. De nuevo, me lo ‘empujé’ para abao de la mejor manera que pude. No recuerdo cuánto más tiempo me quedé luego de cenar, pero sí recuerdo frecuentes visitas al baño…

Me sentí tan avergonzado luego de esa cena, que creo que nunca volví a llamar a esta muy atenta señorita de Bélgica.

 
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5 comments:

  1. What a dreadful experience. You are a better person than me, I don't think I would have made it through, I think the gag reflex would have won out.

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  2. Me quede pensando en esos riñoncitos de cordero. Mmmhh... Yo la hubiera pasado bien ahi :)

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  3. Mmm, nada peor que comer algo que no te gusta! Y si es cena entera...peor!

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  4. Vos también tenés más vueltas para morfar. Que querías, un big mac?

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  5. La foto de la sopa de cebollas me hace acordar a "Indiana Jones y el templod e la Perdición" o algo asi... cuando le sirven a la rubia la sopa de ojos...

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